Pedacitos de corazón...

¿Miedo? Sí, justamente eso, una maldita emoción que me invade y que atrae otras negatividades consigo. A veces, por no decir en muchas ocasiones, no debería siquiera tenerlo, aunque los pensamientos intrusivos consiguen que recaiga sucesivamente, incluso si no quiero que ocurra; no es algo que se pueda controlar, lo sé a la perfección, sin embargo, ojalá pudiera decidirse si se tiene o no.

He perdido la cuenta de todas y cada una de las veces que me hundido, que he llorado, que me he derrumbado, y sobre todo, que me he fallado a mí misma... Puede parecer una tontería, mas, me siento terriblemente horrible tanto con las situaciones como con mi persona, ya que noto como si no pudiera hacer nada, como si no pudiera arreglarlo, como si no pudiera mejorar a pesar de intentar hacer todo lo que puedo... Como si no pudiera recomponer cada fragmento roto.

Y a decir verdad, el miedo no es la más mala de las cosas que me invade, sino que hay peores, como la tristeza y el vacío; emociones intensas y profundas que
me envuelven como si de una burbuja se tratase y me arrastran hasta el abismo más oscuro, donde no hay ni una pizca de luz ni esperanza. Es descorazonador e inmensamente doloroso.

Ésto es una pequeñísima parte de todo lo que guardo en la Oscuridad de los pedacitos de mi corazón...